sábado, 10 de noviembre de 2007

Por el Poeta Juan Pomponio






Mi corazón escribe desde un estado de no pertenecer a ninguna ideología, se encuentra más allá de todas esas cuestiones mentales que nos separan. Sólo puedo decirte que los disparos se oyen cada vez más cerca de la casa en donde estoy hospedado. Hace apenas una media hora, he visto como una horda de jóvenes entre trece y quince años, bajaban empuñando palos y piedras, gritando improperios, queriendo tumbar carros, desparramando las bolsas de basura. Y ellos son el futuro. ¡Que triste! Es la realidad. ¿Esa es la educación que le hemos brindando? Sentí pena por ellos, por nosotros, por la humanidad que hemos creado. En este momento, esos muchachos tendrían que estar leyendo, escribiendo poemas, plasmar otra realidad, pero son manipulados, guiados por seres oscuros. Ellos podrían cultivarse interiormente para crecer como seres humanos y sin embargo pude sentir el odio que les siembran [de ambos bandos] en sus cerebros. Son utilizados, los enfrentan para que se destrocen entre ellos. Lo mismo ocurre en las universidades. No veo que vayamos por la senda de la paz. Otra bomba de estruendo, cada vez son mayores, se oyen más bombas. Una sirena pasa gritando su incomprensión. Correrá hacia algún hospital. Esto es parte de la locura universal. (seguir leyendo)